La ciudad de Kiev posee una gran cantidad de zonas naturales dentro de los límites de la ciudad o en sus alrededores. En efecto, está rodeada de bosques que cumplen un papel importante en la descontaminación y en el medio ambiente de la ciudad. Dentro del sistema de parques de Kiev el Parque de Babyn Yar se destaca por su dimensión, variedad y belleza, pero su característica principal es haber sido sede de diversos y sucesivos crímenes entre los que sobresale de modo relevante la masacre de septiembre de 1941.

Un Masterplan que reordene la totalidad del área debe contemplar su especificidad para adjudicar usos y definir áreas de edificación, recreación, recorrido, homenaje y reflexión. Al mismo tiempo el Masterplan debe organizar el paisaje natural y urbano para materializar el “Babyn Yar – Dorohozhychi Necrópolis Memorial Park” como un sitio en el que se respete a las víctimas, se fomenten las actividades espontáneas y se aliente a que memoria, presente y prevención interactúen generando una fuerte sinergia.
A tal efecto el sitio es reinterpretado en el Masterplan a la luz de la historia y de las más actuales concepciones de los Derechos Humanos y de los Derechos de la Naturaleza. Cuerpos y tierra han sido violentados, hollados, ultrajados, por lo que, luego de los sucesivos ocultamientos, desconocimientos, complicidades e indiferencias la primera y fundamental decisión es la puesta en valor del área.
Para su puesta en valor la primera acción proyectual es reconocer el área y delimitarla. Así como se realiza en toda escena del crimen, hemos definido un borde que demarca el predio. Se trata de una pieza urbana continua que, a través de su diseño particularizado y del catálogo de situaciones arquitectónico – paisajísticas previstas, induce al acceso ordenado de todas las personas, grupos o comunidades que deseen homenajear a las víctimas así como al uso cotidiano, organizado o espontáneo de toda la ciudadanía. El diseño particularizado del borde ralentiza y agrega una franja de funciones paralelas a las vías rápidas de circulación, y reacciona a través de distintas soluciones, a las diversas circunstancias: así, por ejemplo, el borde continuo será más uniforme y “rápido” frente a las infraestructuras de transporte, más topográfico y “lento” frente a los diversos accidentes del terreno, más abierto y permeable en el área de la masacre y de la concentración de monumentos y memoriales, más resguardado en las áreas de construcciones cuyo uso es ajeno a los objetivos del parque memorial. A su vez éste borde actúa de modo didáctico con la inclusión de terrazas de observación o áreas protegidas para la reflexión, de modo que aquellos que recorren periféricamente el Parque Memorial participan de una experiencia integral del mismo.
La propuesta rehúsa explícitamente a toda intención de representación de la tragedia: el principio que recorre éste Masterplan es el trabajo paisajístico y arquitectónico con elementos puramente disciplinares que organizan el territorio, adjudican usos propiciando, en el tiempo, un nuevo contenido temático, ofrecen una estructura para los  recorridos peatonales, respetan las sendas preexistentes, permiten los recorridos inducidos así como los espontáneos, re-significan, por fin,  el vacío existente como un sitio de vacío arquitectural, con el fin de posibilitar la introspección y la reflexión en el lugar más profundo de Babyn Yar.