Frente a las Barrancas de Belgrano y en un predio que incluía la residencia veraniega de Valentín Alsina, un edificio histórico a preservar, se proyectó esta torre de viviendas de 25 pisos. La casa Alsina se recicló para albergar el museo Líbero Badii y la sede de la Fundación de un Banco.

La torre incluye todos los atributos de un edificio de departamentos de gran categoría con algunas particularidades: en tres subsuelos, una inusual cancha de tenis cubierta, una cancha de squash y un gimnasio con vestuarios y baños, garajes, bauleras y locales de servicio ocupan un gran volumen subterráneo que permite una gran liberación de la planta baja ajardinada. El gran hall de doble altura vidriado y vinculado al parque es paradigmático de los realizados por el Estudio Aisenson en este tipo de edificios. En el parque, donde se conservó gran parte de los árboles centenarios, se proyectó una piscina con solario. En el piso 25 se desarrollan un salón de reuniones con office, saunas, vestuarios con baños y sala de relax vinculados a una terraza con amplia vista al Río de la Plata. El volumen, de planta creciente hacia arriba respondiendo a un programa residencial variado se materializa con ladrillo y hormigón armado a la vista presentando un frente con grandes balcones abiertos al Río, con columnas cilíndricas apareadas que refieren a las de la fachada histórica de la casa de Alsina.