Basada en la fuerte impronta longitudinal del Corredor Oeste la propuesta consiste en la construcción de una serie de fajas de diversas actividades paralelas que se despliegan en sentido este-oeste concebidas como flujo de funciones». Estas bandas de actividades, reparadoras de las zonas degradadas por su cercanía al FFCC, se ofrecen desde su mínima expresión dimensional, expandiéndose a lo ancho, ocupando los espacios vacíos e intersticiales, vivificando y transformando en funcionalmente aptas aquellas áreas actualmente remanentes. En reemplazo del actual corredor ferroviario, con sus playas de maniobras, galpones y espacios libres laterales, se propone un fluir de espacios y actividades de esparcimiento que, expresados en su mínima y su máxima expresión en diversos sectores de la primera etapa, terminará de consolidarse a largo plazo con el soterramiento del FFCC y la incorporación de las playas ferroviarias en desuso. La relación final entre Naturaleza y Artificio será en éste caso muy dinámica y estará motorizada por la interrelación entre la transversalidad del uso vecinal y la longitudinalidad del proyecto global para el corredor Oeste.