El edificio manzana, tipología que surge de la normativa del Plan Maestro originado en el Concurso sobre el área, permite repensar el tema de los conjuntos de viviendas de gran escala que, hasta el surgimiento de Puerto Madero, se resolvían en Buenos Aires casi exclusivamente bajo la tipología de la torre o la del block.

El proyecto, que por otra parte innova respecto de los anillos de ancho homogéneo, sostiene una propuesta estética diferencial respecto de los edificios circundantes y una pertenencia a la totalidad que obedece al respeto por la volumetría sugerida. En efecto, el hecho de estructurar el conjunto con volúmenes articulados en planta y en elevación permitió adaptarse a los parámetros de ocupación, altura y retiros normados con una imagen en que la diversidad obedece a la respuesta a cada sector del entorno eludiendo deliberadamente el sistema de mansardas sugerido en una lectura literal de la norma. El edificio se organiza con un sistema de accesos que, utilizando el espacio central como una prolongación de la estructura urbana, reduce sectores comunes repetitivos, actúa como un espacio de transición entre calle y vivienda, y amortigua velocidades de uso e intensidad de ruidos generando un espacio de encuentro a escala del conjunto.