USOS MIXTOS

Una tendencia creciente en la ciudad contemporánea.
Hace ya 30 años que en AISENSON Arquitectos creamos programas arquitectónicos combinados y construimos conjuntos edilicios con usos mixtos. Dicha posibilidad ha facilitado la acumulación de experiencia sobre procesos complejos. Con inicio en el Conjunto Las Plazas, la práctica sobre operaciones complejas no se limitan sólo a cambios cuantitativos sino que abarcan todos los aspectos del proyecto y de la construcción.

Buena parte de los edificios proyectados y construidos han dejado de albergar viviendas como destino exclusivo, para integrarlas en programas mixtos, que combinan funciones habitacionales, con usos comerciales, de esparcimiento, de servicios culturales y educativos. Los cambios en los programas de los edificios de gran escala han determinado nuevas envolventes, plantas de diversas formas y dimensiones, áreas abiertas en nuevos sitios y una relación de nuevo tipo entre la construcción y la Ciudad. En efecto, una nueva sensibilidad, que oscila entre la tensión y la apertura, conforma y ubica volumetrías dentro del conjunto, dispone actividades, modela accesos y espacios públicos, dotando a los conjuntos de una vitalidad urbana de la cual la función residencial aislada suele carecer.

La gestión de las operaciones inmobiliarias se amplió y profesionalizó en los años 1990, registrándose la aparición de nuevos actores y modalidades. AISENSON Arquitectos incorporó entonces nuevos roles, como el de Gerenciamiento técnico, y comenzó nuevas relaciones con Comitentes corporativos, empresas constructoras, grupos desarrolladores y con el propio Estado a través de Concursos de Anteproyectos y Licitaciones Públicas.

Los Conjuntos Edilicios de usos mixtos, con calidad espacial y constructiva, posicionaron un producto en el mercado en un momento en que la sociedad aspiraba a una imagen metropolitana que había penetrado en el imaginario colectivo.

Las plazas interiores y exteriores, ya sea en el plano urbano o elevadas, las grandes áreas comerciales y de oficinas, las terrazas articuladoras de volúmenes y tipologías, han sido desde entonces los elementos constitutivos de estos conjuntos edilicios que proponen a la ciudad una nueva imagen, diversidad tipológica, renovadas materialidades, variedad de usos, escalas, imágenes y morfologías, así como una nueva forma de apropiación del espacio público. La totalidad conforma una estructura urbana de fuerte acento metropolitano en la que el juego de encastres, la interrelación entre las diversas piezas y el uso del color son los instrumentos básicos de la operación de proyecto.

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